lunes, 30 de mayo de 2011

El rechazo a lo religioso - Parte 4

Hola amigos lectores, les escribo un sábado en una tarde particularmente cálida en la Cd. de México, oyendo música muy alegre de un jardín de fiestas cercano, aunque preferiría no tener que oírla, pero tal es el volumen que mejor no repelo.


Al estar escribiendo esta serie de entradas sobre el rechazo a lo religioso he querido desarrollar varios temas y argumentos que se esgrimen comúnmente para justificar este rechazo (ver entrada El rechazo a lo religioso - Parte 3).  Como en muchas otras materias de discusión, en estos temas y argumentos hay efectivamente mucho de legítimo y verdadero para justificar un rechazo a lo religioso.  Por otro lado, definitivamente hay también muchos malentendidos que no lo justifican.


Titulé esta pequeña serie como "El rechazo a lo religioso", consciente que la expresión "lo religioso" es demasiado amplia.  La razón de ello fue que mucho de tal rechazo está dirigido genéricamente a la mayoría de las religiones establecidas.  Sin embargo, dado que tanto en la cultura de mi país, como en los de la mayoría de mis lectores (que hasta ahora abarcan más de 2 docenas, principalmente latinoamericanos), nuestro rechazo se dirigiría más específicamente contra el cristianismo, ya sea el de la iglesia católica, como el de denominaciones derivadas de la reforma (protestantes, evangélicas, carismáticas, etc.), que serían las que abarcan la gran mayoría de nuestras poblaciones.  Por ello, al final, el desarrollo de mis entradas ha versado básicamente sobre el cristianismo.


Por otro lado, creo que cada uno de nosotros es un pequeño mundo con nuestras propias ideas, valores, principios, actitud ante la vida, prioridades, gustos, debilidades, etc., etc.  Nuestras opiniones y, por supuesto, las mías pueden llegar a ser interesantes, brillantes y hasta convincentes, como también completamente equivocadas.  Sin embargo, estoy convencido de que nosotros, que somos meras criaturas del universo, no podemos ser la fuente de la verdad.  El único que puede serlo es el que lo creo todo que es Dios, y yo creo que en la Biblia podemos encontrar la verdad que Él nos revela.  Por tal razón es que procuro sustentar los desarrollos de mis entradas con tantas citas bíblicas como sea necesario, pues prefiero que sea esa la verdad que muestre.

así será mi palabra que sale de mi boca:  no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero y será prosperada en aquello para lo cual la envié. Isaías 55.11 RV95

"Fue mi mano la que hizo todas estas cosas; fue así como llegaron a existir." Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra. Isaías 66.2 NVI

Él respondió y dijo: "—Escrito está: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Mateo 4.4 RV95

El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán. Mateo 24.35 RV95

Volviendo al tema de "El rechazo a lo religioso", estoy encontrando que, aún enfocándolo al cristianismo, también es demasiado amplio, incluyendo temas como que el cristianismo:

  • Es para ignorantes
  • Ya no es válido en el mundo actual
  • Requiere compromiso
  • Es exclusivista
  • Es intolerante
  • Es de fanáticos
  • Coarta la libertad
  • Es aburrido
  • Es anti-ciencia

Y muchos otros más que a ustedes y a mi se nos pueden ocurrir.  Así pues, prefiero no seguir una serie con una cantidad excesiva de partes (4, 5, 6, etc.), y no encerrarme en esa temática, aunque es por demás interesante.  De todos modos, sin duda, en futuras entradas atacaré esos temas.  Por ahora, cierro esta serie invitándolos a que abran sus mentes y corazones para leer su Biblia.

Saludos del Biblioguero.

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domingo, 22 de mayo de 2011

El rechazo a lo religioso - Parte 3

No me gusta que me juzguen

Continuando con nuestra serie "El rechazo a lo religioso" (ver entrada El rechazo a lo religioso - Parte 2), veremos que la perspectiva de ser calificado, juzgado o, peor aún, sentenciado no parece ser muy bienvenida para muchos.  Aunque, por otro lado, también muchos tenemos sed de justicia cuando nos sentimos perjudicados injustificadamente (valga la redundancia).

En muchas religiones, y concretamente en el cristianismo existe el principio fundamental de la justicia, entendiendo ésta como el estado correcto de las cosas según un orden entre ellas.  El orden ideal es el creado por Dios.  ¿Qué nos parece cuando nos cobran lo equivalente a 60 litros de gasolina y nos escamotean unos de menos?  Más bien, tendrás pesas y medidas precisas y justas, para que vivas mucho tiempo en la tierra que te da el Señor tu Dios, Deuteronomio 25.15 NVI  Y esto se aplica también a como vivimos:  ¡Que Dios me pese en la balanza de la justicia y reconocerá mi integridad! Job 31.6 RV95

El mundo físico es sólo un reflejo del mundo espiritual.  Ahora vemos de manera indirecta y velada, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. 2a Corintios 13.12 NVI  Así como hay estándares y leyes como las de Newton en el mundo físico, también los hay en el mundo espiritual, contra los cuales se nos compara como un peso en una balanza.  El estándar o modelo a seguir es Dios mismo.  Queridos hijos, que nadie los engañe. El que practica la justicia es justo, así como Él es justo. 1a Juan 3.7 NVI

En una recomendación de Pablo vemos entre qué cosas se equipara lo justo.  Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio. Filipenses 4.8 NVI  ¿Cómo conocemos más sobre lo justo?  Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, 2a Timoteo 3.16 NVI


Siguiendo con la línea con la que empezamos, podemos entender que no nos guste ser juzgados por los demás.  »No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes. Mateo 7.1-2 NVI  Esa es una advertencia por la siguiente razón:  Por eso eres inexcusable, hombre, tú que juzgas, quienquiera que seas, porque al juzgar a otro, te condenas a ti mismo, pues tú, que juzgas, haces lo mismo. Romanos 2.1 RV95  Así mismo, es demasiado frecuente hacerlo a la ligera.  No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con justo juicio. Juan 7.24 RV95  Lo cual quiere decir que hay una forma correcta de emitir juicios.  «Así dice el Señor Todopoderoso:  «"Juzguen con verdadera justicia; muestren amor y compasión los unos por los otros. Zacarías 7.9 NVI


Sin embargo, hay un juicio que sólo le corresponde a Dios.  Uno solo es el dador de la Ley, que puede salvar y condenar; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro? Santiago 4.12 RV95  Partiendo de eso, hay muchos que les disgusta sobremanera la idea de un Dios que juzgue.  Y esta es la condenación: la luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas, pues todo aquel que hace lo malo detesta la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean puestas al descubierto. Juan 3.19-20 RV95  La oscuridad que oculta nuestras obras malas de los demás no las oculta de Dios; la Escritura nos da luz para iluminar nuestra vida y exponer esas obras e instruirnos en el plan que tiene con Jesucristo para que seamos "tenidos por dignos del reino de Dios" (2a Tesalonicenses 1.5 RV95).


¿Qué el juicio nos trae un sentimiento de culpabilidad?  Se dice ahora que:  ¡Nunca sienta uno algo tan feo!  Así como el dolor es desagradable pero nos es útil para percatarnos de algo peligroso como acercarnos al fuego, la culpa también lo es si nos muestra la falta de justicia en nosotros, hacemos lo que Dios dispone para ello y así no nos quedamos sintiéndola constantemente.  El efecto de la justicia será la paz y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre. Isaías 32.17 RV95

continuará en Parte 4 (ver entrada El rechazo a lo religioso - Parte 4)

Los saluda como siempre su amigo el Biblioguero.

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domingo, 15 de mayo de 2011

El rechazo a lo religioso - Parte 2

Grandes pecados de los religiosos


En la entrada anterior tratamos de grandes pecados en nombre de la religión (ver entrada El rechazo a lo religioso - Parte 1), ahora trataremos de otros, no de los que se cometen justificándose en una, sino de los que practican algunos religiosos y que son muy relevantes.  Esto último lo agrego para no considerar ahora los que no lo son y que trataremos más adelante.

Un ejemplo muy conocido en la actualidad de esos grandes pecados es el de la pederastia practicada y solapada por varios sacerdotes católicos.  Lo que han hecho estos hombres es muy ruin y detestable, pues ultrajan a niños y muchachos física, psicológica, y hasta espiritualmente, pues después de haber vivido eso, pueden tener grandes dificultades para aceptar la fe en Dios.  Jesús mismo condenó de la manera más enérgica lo anterior cuando dijo:  A cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le sería que se le atara una piedra de molino al cuello y se le arrojara al mar. Marcos 9.42 RV95

Otro ejemplo lo encontramos en diversos escándalos que ha habido de pastores cristianos que en realidad son unos charlatanes que se enriquecen grandemente de ofrendas por parte de quienes los siguen.  El apóstol Pedro decía que había y habría falsos maestros que:  Llevados por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya hace tiempo la condenación los amenaza y la perdición los espera. 2a Pedro 2.3 RV95  El mercar con la fe ha sido algo muy común desde tiempos inmemoriales; también en tiempos de los apóstoles se narra el ofrecimiento que a éstos les hizo un tal Simón, un brujo charlatán.  Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. Hechos 8.18-20 RV95  Otro ejemplo del siglo XVI D.C., fue la famosa venta de indulgencias por parte de la iglesia católica, con las que supuestamente los compradores podían eximir sus almas de pasar por el purgatorio (que en todo caso no existe).

Estos son sólo unos casos de los más conocidos actualmente.  En el Antiguo Testamento se cuenta sobre varios sacerdotes que abusaban del pueblo o hacían alianzas políticas para beneficiarse.  En el Nuevo, en la Carta a Tito, se relacionan los requisitos que debían tener los que realmente fueran dignos para ministrarar la Palabra de Dios.  ¿Cómo saber quién es confiable?  Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Mateo 7.16-18 RV95

Pecados de los religiosos

Dejando de lado a los que son claramente hipócritas y se ostentan falsamente como ministros de Dios, y hablando específicamente del cristianismo, aquí quiero tratar del rechazo a lo religioso porque a quien se identifica como creyente o predique la fe, se le encuentra que su vida no sea perfecta y tenga varios defectos.

Ya habíamos dicho que:  Como está escrito: "No hay justo, ni aun uno; Romanos 3.10 RV95, lo cual quiere decir que nadie nos salvamos de que nos encuentren nuestros defectos.  Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. Marcos 10.18c RV95


Recuerdo que antes de leer la Biblia tenía la idea de que los personajes "buenos" eran todos unos santos inmaculados, llenos de serenidad y sabiduría, tal como muchas veces nos los han mostrado en pinturas, ilustraciones, esculturas, películas, etc.  Por ello cuando empecé a leerla me sorprendió saber cosas como que Noé se emborrachó, Jacob engañó a su padre, los hijos de éste masacraron a un pueblo, Jonás se negaba a predicar, David mandó a la muerte a uno de sus generales para quedarse con su esposa, Salomón era un promiscuo, Pablo persiguió cristianos, Pedro fue puesto en su lugar por Pablo, etc.

El caso es que todos estos personajes fueron personas de carne y hueso como todos nosotros, con claros y sombras, y proclives a pecar.  Pese a eso, en diversas etapas de la vida de éstos, fueron usados para el propósito de Dios y ciertamente muchos de ellos tuvieron más claros que oscuros y murieron por su causa.  La Biblia no muestra personas perfectas porque éstas no existen (sólo en las películas).  Cuando nos cuenta sobre las faltas de estos personajes, no las promueve ni condona, y nos muestra también las consecuencias de sus actos.


Así pues, si bien es muy importante que haya un buen testimonio de quien quiera predicar la Palabra, tal como decía Pablo:  No damos a nadie ninguna ocasión de tropiezo, para que nuestro ministerio no sea desacreditado. 2a Corintios 6.3 RV95  También es importante tener la actitud correcta cuando juzgamos demasiado duramente a alguien:  »¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo”, no mirando tú la viga que está en el tuyo? Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo y entonces verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano. Lucaas 6.41-42 RV95

continuará en Parte 3 (ver entrada El rechazo a lo religioso - Parte 3)


Los saluda su amigo el Biblioguero.

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domingo, 8 de mayo de 2011

El rechazo a lo religioso - Parte 1


Hace ya cerca de 20 años, comía con mi pastor y amigo en un restaurante propiedad de otro amigo creyente.  Yo tenía muy poco tiempo de hacerme cristiano.  Me presentaron con un mesero que también lo era y que le dio mucho gusto eso.  Unos días después, fui a comer ahí con 2 amigas del trabajo ya que el lugar es muy recomendable.  Nos atiende ese mesero y me saluda muy animado mencionando que compartíamos la fe.  Recuerdo que me incomodó que lo mencionara frente a mis amigas y que traté de cortar su entusiasmo siendo algo seco.

No me enorgullezco del episodio anterior.  Sin embargo, fue una reacción muy común en nuestros tiempos en los que cada vez más hay un rechazo a "lo religioso".  En lo personal, además de haber sido un escéptico, vengo de una familia que aunque formalmente católica, era realmente anti-religiosa en el sentido de no creer realmente en ninguna religión en particular y considerar que eso era lo mejor, bastando con creer en una noción de Dios sin querer profundizar más en ello (lo que se denomina como "Deismo").

Así pues, mucha gente como lo hice yo en ese episodio, siente urticaria de tratar temas religiosos.  De ahí la conseja "no hables ni de política ni de religión", ¡y hasta de fútbol agregan algunos!  Lo anterior puede entenderse desde muchos puntos de vista y es un tema amplísimo que trataré de sintetizar muy brevemente.

Hay demasiadas religiones
 

Hay como una docena de grandes religiones, cientos de derivaciones de éstas y otras religiones menores, así como otras más creencias "no religiosas", aunque creencias al fin.  Ante tan abrumadora cantidad de opciones, lo más común es continuar con la tradición familiar o cultural, demasiadas veces sólo formal o superficialmente y no de una manera auténtica.  Ha estado en boga servirse de esta variedad como de un 'buffet', haciendo un coctel de creencias, lo cual es práctica común de las filosofías "New Age".  También es popular la posición escéptica que yo mismo tuve, que asume que todo lo no comprobable científicamente es mejor desecharlo de plano.  Y finalmente, tal vez la peor salida es no querer molestarse con el tema.

La humanidad tiene una necesidad natural de trascendencia y de conocer una verdad que nos explique en el mundo que vivimos.  Esa verdad es objetiva y no subjetiva, es decir, es externa a nosotros, independiente de lo que nos parezca o no.  Es absoluta y no relativa a diferentes culturas y filosofías, aunque eso no suene "políticamente correcto".  ¿Dónde encontrarla?  Otros nos pueden ayudar, pero nadie puede ni debe erigirse como fuente de tal verdad.  Como está escrito:  "No hay justo, ni aun uno; Romanos 3.10 RV95  Pero hay Uno que el es único que puede ser la fuente:  Dios, el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda la verdad para siempre, Salmos 146.6 RV95 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Colosenses 2.3 RV95

Dios promete:  busquen, y encontrarán Mateo 7.7b NVI  Esta promesa es válida a lo conforme a su propósito, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad, 1a Timoteo 2.4 RV95  Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de mí; Juan 5.39 RV95  A los que duden Jesús les respondió y dijo:  Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.  El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta. Juan 7.16-17 RV95

Grandes pecados en nombre de la religión


La Santa Inquisición, la quema de brujas, las persecuciones, las discriminaciones, el terrorismo islámico, etc., etc., etc.  Desde el asesinato masivo y sistemático, hasta el simple odio y desprecio, han sido subproductos frecuentes de la práctica religiosa.

Enfocándome en la práctica del Cristianismo, al estar sujeta a la naturaleza humana ha sido muy a menudo envilecida.  Alejada de los propósitos de Dios, y buscando otros humanos como el poder y la soberbia, la manipulación de los sentimientos religiosos es extremadamente poderosa y peligrosa.  Esos crímenes nunca fueron lo que se predicó en La Palabra que nos dice que:  Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, Lucas 6.27 NVI y Perdonen, y se les perdonará Lucas 6.37c NVI  Al contrario, Pablo recomendaba:  Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 2a Timoteo 2.15 RV95 (énfasis mío)

De hecho, la religión como tal, como un cuerpo de creencias y ritos despojados del propósito y guía de Dios, es mala.  En el Antiguo Testamento se relata como, en diversas ocasiones, el pueblo judío cayó en seguir mecánicamente la religión pero no su espíritu.  Dios les decía:  Lo que pido de ustedes es amor y no sacrificios, conocimiento de Dios y no *holocaustos. Oseas 6.6 NVI (*ofrendas de animales quemados).  Entonces y ahora, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres”, Marcos 7.7b RV95 se distorsiona y desvía la palabra de verdad.

Jesús mismo sufrió la religiosidad de los sacerdotes, escribas y fariseos judíos, que se escandalizaban que sanara enfermos durante el 'sabath' y temían que destruyera su 'status quo'.  Ellos, cumpliendo antiguas profecías sin saberlo, promovieron su crucifixión por parte de las autoridades romanas.  Y mucho del pueblo, que unos días antes de ello lo recibía como un rey, luego se burlaban de él y lo despreciaban, seguramente sintiéndose muy satisfechos de como seguían su religión.

Así pues, no hay que confundir el mensaje con el mensajero.

continuará en Parte 2 (ver entrada El rechazo a lo religioso - Parte 2)

Los saluda su amigo el Biblioguero.

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