lunes, 25 de abril de 2011

Recomendaciones para empezar a leer la Biblia

Una amiga compañera del equipo de corredores del que me es muy grato pertenecer, me preguntó respecto a mi primer entrada cómo le recomendaba empezar a leer la Biblia, a lo que le ofrecí dedicar ésta para responderle.

Mis primeros intentos fallidos


En mis tiempos de escepticismo siempre tuve la conciencia de que era muy importante saber más de Dios.  Una fuente obvia era la Biblia.  La única que había en la casa de mis padres, con quienes entonces vivía, era una que me dieron en mi Primera Comunión pero, por alguna razón, ya no se encontraba ahí.  Conocía una librería católica por donde vivía y compré una con letra muy pequeña en hojas muy delgadas.

Como soy dado al orden, consideré que para comprenderla bien había que leerla toda de cabo a rabo.  Antes de llegar al Génesis, el primer libro, había una carta, un prólogo, unos consejos y 3 introducciones, ¡todo ello en muchas de esas delgadas hojas con letras bien pequeñas!  Sólo llegué a la mitad de la primera introducción.  Lo que que había leído me pareció demasiado pesado y aburrido, y de esa forma, no llegué a leer lo que era realmente la Biblia.

Antes de eso, la había llegado a hojear, pues al ser tan extensa, lo hacía como para echarle un vistazo a ese librón, pensando al mismo tiempo que nunca lo leería.  Incluso algunas de esas hojeadas eran por pura curiosidad o morbo, como para ver qué decía sobre el número de la bestia tras haber visto alguna película de terror.

Después de tomar la decisión que les referí en mi primer entrada empecé a leerla y, nunca habiéndolo imaginado, me pareció realmente fascinante y desde entonces, 18 años después, habiéndola leído varias veces, continúo haciéndolo y la sigo encontrando igual.

Para qué leerla

Dios está hablando, ¿estás escuchándolo?

Yo tengo la convicción de que la Biblia es el medio principal que usa Dios para comunicarse con nosotros.  "¿De veras? Yo no estaría tan seguro", o algo similar puede cruzar por la cabeza de muchos.  Es un cuestionamiento válido y muy importante que nos tenemos que responder.  Hay datos interesantísimos sobre cómo destaca la Biblia sobre cualquier otro libro escrito, pero creo que la respuesta la tenemos que ver por nosotros mismos, y dependerá en buena medida de con qué intención nos interesa leerla.  Si es por pura curiosidad o interés académico, será muy similar a estudiar y diseccionar a un animal muerto.  Si en cambio, es con un ánimo de búsqueda sincero, las siguientes citas vienen muy bien:

... buscad, y hallaréis ... Mateo 7.7 RV95

El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta. Juan 7.17 RV95

La mejor Biblia para empezar
Éste es todo un tema pero trataré de hacerlo simple.  Creo que si la Biblia nos comunica verdades divinas, lo ideal es que tal comunicación sea lo más directa posible, sobre todo al principio.

Así pues, las mejores Biblias para empezar a leer son las que se limitan a contener los libros de la Biblia, sin mayores preámbulos como prólogos o introducciones, tan sólo un índice.  Más importante aún, es que los textos de los libros no vengan acompañados de nada, ni introducciones adicionales, ni comentarios, ni resúmenes; no más que referencias cruzadas, que son sólo indicaciones de versículos que tienen que ver unos con otros (ejem.:  Gén. 1.3: 2a Cor. 4.6 que nos indica que esos versículos están relacionados).

Lo anterior no quiere decir que si las Biblias no son así sean necesariamente malas, dependiendo de dónde provengan, pueden ser muy útiles o no.  Pero el punto es que en vez de ir formando un vínculo personal con Dios, lo estamos haciendo con los autores de los comentarios o textos adicionales.  Es mejor quitar filtros e intermediarios; posteriormente, pueden ser convenientes, no al principio.

Ciertamente, lo anterior puede tener el costo de que nos quedemos con dudas, pero es más recomendable que busquemos quién nos las puede aclarar o investiguemos por nuestra cuenta, a empezar con el riesgo de "viciar" nuestras primeras impresiones.

Como ilustración extrema de lo anterior, recordemos que hace algunos siglos la lectura de la Biblia estaba prohibida, alegando que la gente no la podía entender y su información debía ser administrada cómo y cuánto otros consideraran conveniente.

Dónde empezar

La Biblia es una colección de libros en 2 grandes secciones denominadas Antiguo y Nuevo Testamento.   Para empezar a leerla es recomendable hacerlo con el Nuevo Testamento, el cual es el que trata más sobre los fundamentos del Cristianismo.  Por supuesto que habrá que leer después el Antiguo Testamento, que además es más extenso, pero es mucho mejor iniciar con el Nuevo.


Al comienzo del Nuevo Testamento se encuentran los 4 evangelios.  Aquí, lo normal es leerlo como cualquier libro, desde el inicio hasta el fin, de Mateo a Apocalipsis.  Muchos recomiendan una pequeña desviación, iniciar con el Evangelio de Juan aunque es el cuarto evangelio y no el primero.  La razón es que el Evangelio de Juan se diferencia de los otros 3 (llamados sinópticos), en que profundiza y reflexiona más en la dimensión espiritual de Cristo.

Una vez terminado el Nuevo Testamento, también es recomendable leer el Antiguo desde el inicio hasta el fin.

Cómo leerla


Finalmente, recomiendo leer más o menos pausadamente.  La Biblia es un libro muy rico que vale la pena ir "digiriendo" meditándolo y reflexionando.  Espero que los que nunca la hayan leído se animen a hacerlo pues lo mínimo que puedo decir es que es muchísimo más que un libro más.

Los saluda su amigo el Biblioguero.

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sábado, 23 de abril de 2011

Empezando a "biblioguear"


Desde mis tiempos de estudiante universitario me gusta "echar a girar la piedra", pensar sobre cómo son las cosas en el mundo y su porqué.  Me encanta estar enterado sobre temas de política nacional, pero sobre todo internacional, de economía, de tendencias culturales, etc.  También me han cautivado los conocimientos científicos y la historia, así como lo referente a la sociología y a la sicología.  Todo ello me ayuda a entender mejor cómo funcionamos como seres humanos.

Por otro lado, partiendo de una base muy común, aunque había cubierto los principales ritos católicos como niño por parte de mi familia (bautizo, confirmación y primera comunión), me inclinaba fuertemente por un punto de vista cientificista y deísta, y por lo tanto bastante escéptico.  Me explico:  Consideraba que la ciencia era la fuente última de la verdad sobre las cosas, y que había un Dios creador pero que lo que sabíamos de Él era dudoso y más bien difuso.

En esas estuve, cuando ya hace 18 años una amiga me habló del cristianismo de una forma en la que no tuve que "alzar mi guardia" escéptica, porque como lo hizo no encajaba con una imagen de fanatismo que yo rechazaba.  Así pues, decidí ir a un estudio de Biblia al que me invitó, con una mezcla de interés y buena disposición, pero también de cautela y aprehensión, considerando que bien podría ser "la primera y la última" vez que asistiera.  Para mi gran sorpresa, no tuve reparos con lo que se expuso en ese estudio, pareciéndome que todo pasaba por la prueba de que fuera lógico según mi forma de pensar racional.  Al responder el pastor a una última duda que me quedaba, sin darme cuenta de su trascendencia, decidí reconocer a Jesús, el Cristo (Mesías en griego), sobre quien dudaba hasta de su existencia, como mi Señor y Salvador.
A lo largo de estos 18 años tal decisión no ha podido más que mantenerse.  He leído y releído varias veces la Biblia en varias versiones, de principio a fin, completando su estudio con comentarios, historia, estudios de palabras, libros sobre temas afines, etc.  Por supuesto, no puedo dejar de mencionar la enseñanza recibida en todas las predicaciones y estudios que he recibido de mi iglesia en todos estos años.

Así las cosas, he encontrado que la Biblia es, entre muchas otras cosas, una fuente impresionante para entendernos en lo personal y al mundo que nos rodea, pero sobre todo, conocer a Dios y su voluntad para nuestras vidas.
Y a todo esto, también me gusta mucho escribir y tener conversaciones sobre estos temas.  Por ello, después de un tiempo de considerarlo, me decidí a lanzar este 'blog', en el cual quiero "biblioguear" (acuñando este terminajo), compartiendo mis reflexiones y comentarios sobre diversos aspectos del mundo en el que vivimos desde el punto de vista de la Biblia.

Mi propósito es iniciar conversaciones con quienes gusten leerme.  Tales conversaciones pueden ser entre ustedes y yo, entre mis lectores entre sí, o entre cada uno consigo mismo.  La idea es compartir o debatir ideas en un ambiente de respeto.  Sé, por experiencia propia, que muchos no compartirán mis puntos e vista o, muchísimo más importante aún, lo que expresa la Biblia.

Creo que cada quien debe tomar una decisión respecto a esto último y debe imperar la tolerancia entre todos, entendiéndola como una aceptación de tener puntos de vista o creencias diferentes, pero sin malentenderla como tener que renunciar a ellas en aras de tal aceptación, porque eso no es y no tiene porque ser.

Ésta es pues mi introducción a la que espero, con el favor de Dios (y no lo digo como un cliché), sea una aventura interesante y estimulante.

Saludos del Biblioguero.

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