La semana próxima habrá elecciones en mi país, en el que cada 6 años, elegimos presidente, senadores y diputados, además de varios gobernadores, presidentes municipales y diputados locales; así que quiero dedicar esta entrada al tema de la democracia, el cual veremos desde el punto de vista de la Biblia, tal como es el enfoque de este 'blog'.
La democracia
La palabra viene del griego, que significa gobierno (κρατία - 'kratia') del pueblo (δῆμος - 'dēmos'); y fueron los griegos quienes establecieron la primera democracia en Atenas en el 507 A.C. El principio fundamental de esta forma de gobierno es que todos los ciudadanos de una nación sean iguales ante la ley, o sea que tengan los mismos derechos y obligaciones; y que puedan votar y ser votados, es decir, que puedan elegir a sus gobernantes y poder ser ellos mismo eso, si son elegidos por sus conciudadanos.
Un detalle importante es el término "ciudadano". Podemos entender que los extranjeros que no residan de forma fija o no juren lealtad a la nación donde se encuentren, no se consideren ciudadanos. Tampoco se reconocen plenos derechos ciudadanos a los menores de edad, lo cual también puede entenderse. Pero sucede que en la historia reciente, y todavía en algunos lugares (a nivel nacional, regional o local), no se han reconocido derechos o plenos derechos a las mujeres, o ha habido discriminación racial o religiosa, dando lugar a democracias bastante imperfectas.
Ciertamente, parece ser la mejor forma de gobierno que conocemos, si lo comparamos con otras como: La aristocracia que significa gobierno de los mejores, o de una élite que se (auto)considera superior, siendo la forma usual las monarquías y la nobleza que las acompaña. La oligarquía, que significa gobierno de los pocos, en la que unos cuantos privilegiados por diversas razones (linaje, riqueza, educación, etc.), gobiernan a los demás; lo usual es que sean los más ricos (en cuyo caso el término exacto es plutocracia). Otra forma de oligarquía muy común, que no quiere identificarse con el término pero que en la práctica lo hace, es el gobierno totalitario de un cacique o un partido único.
En la realidad, en el mundo encontramos un amplio espectro con naciones con democracias muy desarrolladas en términos de equidad política y otras que son sólo simulaciones, monarquías absolutas y otras acompañadas de parlamentos o gobiernos republicanos, así como gobiernos totalitarios relativamente benignos y otros despóticos.
Sustento bíblico
A pesar de que la Biblia parece no propugnar por un gobierno democrático, el principio fundamental de la democracia es definitivamente bíblico, que es la igualdad de todos los hombres ... porque para Dios no hay acepción de personas. Romanos 2.11 RV95 Lo cual está ampliamente reiterado en numerosos pasajes en ambos Testamentos (cf. Deuteronomio 10.17 y 16.19, 2a Crónicas 19.7, Salmos 82.2, Malaquías 2.9, Lucas 20.21, Hechos 10.34, Gálatas 2.6, Efesios 6.9, Colosenses 3.25, Santiago 2.1 y 1a Pedro 1.17). ... pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos por la Ley como transgresores, Santiago 2.9 RV95 Así pues, no cabe quienes se consideren superiores a los demás por ningún concepto.
Dios aplicó este principio en la selección de hombres y mujeres que le sirvieron. Noé, hombre justo, era perfecto entre los hombres de su tiempo; caminó Noé con Dios. Génesis 6.9b RV95 Esa fue la razón por la que Dios se fijó en él, no por su linaje, ni por sus posesiones, ni su intelecto. Abram, posteriormente llamado como Abraham, era uno de los muchos descendientes de Sem, hijo de Noé, y se distinguió por su obediencia a Dios, por lo cual Él lo bendijo. Así Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia. Gálatas 3.6 RV95
Hay también un patrón de hijos menores que prevalecieron, como Jacob ante Esaú, Judá como el hijo menor de Lea, y David como el menor de los hijos de Isaí. Esto se contrapuso con la tradición de la primogenitura, de forma de dejar claro que no tenía que ser un principio inamovible, y cualquiera, incluso el menor, podía ser sobre quien Dios se fijara.
La monarquía de Israel
Ahora bien, el gobierno que tuvo Israel durante la parte más relevante de su historia fue la monarquía y es interesante revisar cómo se desarrolló. Previo a ésta gobernaron Jueces, los cuales fueron mayormente malos (ver entrada La deificación del hombre), pero que no provinieron de ningún linaje establecido ni necesariamente de élites. Ante la decadencia que imperaba con ellos, el pueblo clamó por un rey.
El primero de ellos fue alguien que realmente era destacado. Tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo. 1a Samuel 9.2 RV95 Sin embargo, terminó siendo rechazado por Dios por su desobediencia. El Señor le dijo a Samuel: —¿Cuánto tiempo vas a quedarte llorando por Saúl, si ya lo he rechazado como rey de Israel? Voy a enviarte a Belén, a la casa de Isaí, pues he escogido como rey a uno de sus hijos. 1a Samuel 16.1 NVI
Y cuando fue a ver a cuál de los hijos de Isaí escogería Dios ... Pero el Señor le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. 1a Samuel 16.7 NVI Fue así que un humilde pastorcito fue escogido para ser el gran Rey de Israel, sin tener ningún atributo de linaje, ni de poder, ni de nada que lo distinguiera; pero con una gran disposición para obedecer a Dios, por lo que de él se dijo: Quitado este, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: “He hallado a David, hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero”. Hechos 13.22 RV95
Después de David reinó Salomón su hijo, quien llevó a Israel a su máximo esplendor, pero que también cayó en apostasía (aunque se piensa que se arrepintió de ello al final de su vida al escribir el libro de Eclesiastés). Después de él, la soberbia e insensatez de su hijo Roboam propició la división de los reinos del norte de Israel del reino de Judá. Tras él, los reyes de Israel fueron de mal en peor hasta que su reino fue invadido por los Asirios. Y, por otro lado, algunos reyes de Judá fueron buenos, pero muchos muy malos, y al final, ellos fueron vencidos y desterrados por los Babilonios.
El gobierno ideal según la Biblia
Dado el resultado de la monarquia en Israel y sus reinos divididos, vemos que ésta no funcionó. ¿Porqué? Por la calidad de los hombres que fueron sus reyes. Ciertamente hubo buenos reyes y eso redundó en poderío y grandeza del reino, como lo hubo con David y Salomón, así como en los tiempos en que sus reyes gobernaron atendiendo a la voluntad de Dios; no así cuando no lo hicieron o incluso se revelaron abiertamente contra Él, sufriendo el pueblo las vilezas de sus propios reyes, y sufriendo los ataques de pueblos enemigos, o sucumbiendo ante ellos.
Así pues, lo realmente importante es apegarse a la voluntad de Dios. En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha trazado. Proverbios 21.1 NVI De manera que ... El rey que actúa con justicia afirma el país; el que solo exige tributos, lo destruye. Proverbios 29.4 RV95 Y que ... La misericordia y la verdad guardan al rey, y con clemencia se sustenta su trono. Proverbios 20.28 RV95
¿Teocracia comunista?
Veamos como llegaron a vivir los primeros cristianos bajo la tutela de los apóstoles: La multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el producto de lo vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Hechos 4.32-35 RV95 Lo anterior suena al 'motto' comunista: "De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad" (Karl Marx). ¿Es posible eso? Viéndolo como una convivencia de cero avaricia, todo justo y generoso, no está tan mal. Sin embargo, es un hecho que eso no duró gran cosa y fue sólo un destello de lo bueno que puede ser.
Sin entrar de lleno en el tema, ha sido manifiesto que los gobiernos comunistas son represivos y han llevado a la pobreza a sus pueblos. Aunque el argumento de que "la religión es el opio de los pueblos" (Karl Marx), sí llega a ser cierto con muchas religiones huecas que sólo manipulan a la gente, el ateísmo del comunismo convierte a éste en un gobierno de despojo e imposición descarnada, pues la gente no es "de un corazón y un alma", y en realidad no hay tal equidad, pues se termina en un gobierno realmente oligárquico (de unos pocos de la élite del partido y/o de la milicia).
La única forma efectiva en que eso podría llegar a funcionar es con Jesús reinando en el mundo, lo cual ocurrirá al final de la Gran Tribulación con su victoria en la batalla de Armagedón. Para después de eso, el profeta Juan dijo: Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar. Y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Apocalipsis 20.4 RV95 De ese reinado se dice:
La democracia es lo mejor que tenemos a la mano, aunque como todo lo que la humanidad hace sin los valores de Dios, termina pervirtiéndose. Hoy día, es común que ésta sea o se acerque mucho a una farsa, incluso en países con larga tradición democrática. El mismo Marx decía que "la historia se repite a sí misma primero como tragedia y luego como farsa". Así es que vemos como muchas elecciones son o se están volviendo en una pantalla en muchos países, e incluso en otros, con democracias más desarrolladas, la realidad es que las opciones a escoger no son realmente muy diferentes y, al final, sirven a los mismos intereses. En las elecciones, los pueblos pueden ser burdamente engañados con fraudes, o sutilmente manipulados por los medios (propaganda manifiesta o encubierta, encuestas sesgadas, etc.), "espejitos" (promesas populistas y/o mentirosas, prebendas, regalos, etc.), temor (falsos peligros, amenazas, coerción, etc.), o desinterés (impotencia, frustración, etc.).
De esta manera nos encontramos demasiado frecuentemente votando por la opción "menos mala". El panorama no luce lo prometedor que quisiéramos, y sigue habiendo nubarrones de problemas económicos a nivel individual y global; por algo es que la política no tiene muy buena fama. Aún así, debemos procurar ejercer nuestros derechos y votar por quien sus valores coincidan más con los de la Biblia, cuidándonos de muchos hipócritas que así lo pretenden, pues de esa manera es que podremos lograr que nos vaya mejor.
Ejerzamos la democracia. Su amigo el Biblioguero.
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La democracia
La palabra viene del griego, que significa gobierno (κρατία - 'kratia') del pueblo (δῆμος - 'dēmos'); y fueron los griegos quienes establecieron la primera democracia en Atenas en el 507 A.C. El principio fundamental de esta forma de gobierno es que todos los ciudadanos de una nación sean iguales ante la ley, o sea que tengan los mismos derechos y obligaciones; y que puedan votar y ser votados, es decir, que puedan elegir a sus gobernantes y poder ser ellos mismo eso, si son elegidos por sus conciudadanos.
Un detalle importante es el término "ciudadano". Podemos entender que los extranjeros que no residan de forma fija o no juren lealtad a la nación donde se encuentren, no se consideren ciudadanos. Tampoco se reconocen plenos derechos ciudadanos a los menores de edad, lo cual también puede entenderse. Pero sucede que en la historia reciente, y todavía en algunos lugares (a nivel nacional, regional o local), no se han reconocido derechos o plenos derechos a las mujeres, o ha habido discriminación racial o religiosa, dando lugar a democracias bastante imperfectas.
Ciertamente, parece ser la mejor forma de gobierno que conocemos, si lo comparamos con otras como: La aristocracia que significa gobierno de los mejores, o de una élite que se (auto)considera superior, siendo la forma usual las monarquías y la nobleza que las acompaña. La oligarquía, que significa gobierno de los pocos, en la que unos cuantos privilegiados por diversas razones (linaje, riqueza, educación, etc.), gobiernan a los demás; lo usual es que sean los más ricos (en cuyo caso el término exacto es plutocracia). Otra forma de oligarquía muy común, que no quiere identificarse con el término pero que en la práctica lo hace, es el gobierno totalitario de un cacique o un partido único.
Países con democracias electorales (fuente Wikipedia) |
En la realidad, en el mundo encontramos un amplio espectro con naciones con democracias muy desarrolladas en términos de equidad política y otras que son sólo simulaciones, monarquías absolutas y otras acompañadas de parlamentos o gobiernos republicanos, así como gobiernos totalitarios relativamente benignos y otros despóticos.
Sustento bíblico
A pesar de que la Biblia parece no propugnar por un gobierno democrático, el principio fundamental de la democracia es definitivamente bíblico, que es la igualdad de todos los hombres ... porque para Dios no hay acepción de personas. Romanos 2.11 RV95 Lo cual está ampliamente reiterado en numerosos pasajes en ambos Testamentos (cf. Deuteronomio 10.17 y 16.19, 2a Crónicas 19.7, Salmos 82.2, Malaquías 2.9, Lucas 20.21, Hechos 10.34, Gálatas 2.6, Efesios 6.9, Colosenses 3.25, Santiago 2.1 y 1a Pedro 1.17). ... pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado y quedáis convictos por la Ley como transgresores, Santiago 2.9 RV95 Así pues, no cabe quienes se consideren superiores a los demás por ningún concepto.
Dios aplicó este principio en la selección de hombres y mujeres que le sirvieron. Noé, hombre justo, era perfecto entre los hombres de su tiempo; caminó Noé con Dios. Génesis 6.9b RV95 Esa fue la razón por la que Dios se fijó en él, no por su linaje, ni por sus posesiones, ni su intelecto. Abram, posteriormente llamado como Abraham, era uno de los muchos descendientes de Sem, hijo de Noé, y se distinguió por su obediencia a Dios, por lo cual Él lo bendijo. Así Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia. Gálatas 3.6 RV95
Hay también un patrón de hijos menores que prevalecieron, como Jacob ante Esaú, Judá como el hijo menor de Lea, y David como el menor de los hijos de Isaí. Esto se contrapuso con la tradición de la primogenitura, de forma de dejar claro que no tenía que ser un principio inamovible, y cualquiera, incluso el menor, podía ser sobre quien Dios se fijara.
La monarquía de Israel
Ahora bien, el gobierno que tuvo Israel durante la parte más relevante de su historia fue la monarquía y es interesante revisar cómo se desarrolló. Previo a ésta gobernaron Jueces, los cuales fueron mayormente malos (ver entrada La deificación del hombre), pero que no provinieron de ningún linaje establecido ni necesariamente de élites. Ante la decadencia que imperaba con ellos, el pueblo clamó por un rey.
El primero de ellos fue alguien que realmente era destacado. Tenía él un hijo que se llamaba Saúl, joven y hermoso. Entre los hijos de Israel no había otro más hermoso que él; de hombros arriba sobrepasaba a cualquiera del pueblo. 1a Samuel 9.2 RV95 Sin embargo, terminó siendo rechazado por Dios por su desobediencia. El Señor le dijo a Samuel: —¿Cuánto tiempo vas a quedarte llorando por Saúl, si ya lo he rechazado como rey de Israel? Voy a enviarte a Belén, a la casa de Isaí, pues he escogido como rey a uno de sus hijos. 1a Samuel 16.1 NVI
Y cuando fue a ver a cuál de los hijos de Isaí escogería Dios ... Pero el Señor le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón. 1a Samuel 16.7 NVI Fue así que un humilde pastorcito fue escogido para ser el gran Rey de Israel, sin tener ningún atributo de linaje, ni de poder, ni de nada que lo distinguiera; pero con una gran disposición para obedecer a Dios, por lo que de él se dijo: Quitado este, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: “He hallado a David, hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero”. Hechos 13.22 RV95
Después de David reinó Salomón su hijo, quien llevó a Israel a su máximo esplendor, pero que también cayó en apostasía (aunque se piensa que se arrepintió de ello al final de su vida al escribir el libro de Eclesiastés). Después de él, la soberbia e insensatez de su hijo Roboam propició la división de los reinos del norte de Israel del reino de Judá. Tras él, los reyes de Israel fueron de mal en peor hasta que su reino fue invadido por los Asirios. Y, por otro lado, algunos reyes de Judá fueron buenos, pero muchos muy malos, y al final, ellos fueron vencidos y desterrados por los Babilonios.
El gobierno ideal según la Biblia
Dado el resultado de la monarquia en Israel y sus reinos divididos, vemos que ésta no funcionó. ¿Porqué? Por la calidad de los hombres que fueron sus reyes. Ciertamente hubo buenos reyes y eso redundó en poderío y grandeza del reino, como lo hubo con David y Salomón, así como en los tiempos en que sus reyes gobernaron atendiendo a la voluntad de Dios; no así cuando no lo hicieron o incluso se revelaron abiertamente contra Él, sufriendo el pueblo las vilezas de sus propios reyes, y sufriendo los ataques de pueblos enemigos, o sucumbiendo ante ellos.
Así pues, lo realmente importante es apegarse a la voluntad de Dios. En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha trazado. Proverbios 21.1 NVI De manera que ... El rey que actúa con justicia afirma el país; el que solo exige tributos, lo destruye. Proverbios 29.4 RV95 Y que ... La misericordia y la verdad guardan al rey, y con clemencia se sustenta su trono. Proverbios 20.28 RV95
¿Teocracia comunista?
Veamos como llegaron a vivir los primeros cristianos bajo la tutela de los apóstoles: La multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado, porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el producto de lo vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Hechos 4.32-35 RV95 Lo anterior suena al 'motto' comunista: "De cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad" (Karl Marx). ¿Es posible eso? Viéndolo como una convivencia de cero avaricia, todo justo y generoso, no está tan mal. Sin embargo, es un hecho que eso no duró gran cosa y fue sólo un destello de lo bueno que puede ser.
Sin entrar de lleno en el tema, ha sido manifiesto que los gobiernos comunistas son represivos y han llevado a la pobreza a sus pueblos. Aunque el argumento de que "la religión es el opio de los pueblos" (Karl Marx), sí llega a ser cierto con muchas religiones huecas que sólo manipulan a la gente, el ateísmo del comunismo convierte a éste en un gobierno de despojo e imposición descarnada, pues la gente no es "de un corazón y un alma", y en realidad no hay tal equidad, pues se termina en un gobierno realmente oligárquico (de unos pocos de la élite del partido y/o de la milicia).
La única forma efectiva en que eso podría llegar a funcionar es con Jesús reinando en el mundo, lo cual ocurrirá al final de la Gran Tribulación con su victoria en la batalla de Armagedón. Para después de eso, el profeta Juan dijo: Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar. Y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Apocalipsis 20.4 RV95 De ese reinado se dice:
5 Te temerán mientras duren el sol y la luna, de generación en generación.Y mientras eso llega ...
6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como el rocío que destila sobre la tierra.
7 Florecerá en sus días justicia y abundancia de paz, hasta que no haya luna.
8 ¡Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra!
9 Ante él se postrarán los moradores del desierto, y sus enemigos lamerán el polvo.
...11 Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones lo servirán.
12 Él librará al menesteroso que clame y al afligido que no tenga quien lo socorra.
13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso; salvará la vida de los pobres.
14 De engaño y de violencia redimirá sus almas, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.
15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá, y se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá.
...17 Será su nombre para siempre; se perpetuará su nombre mientras dure el sol. Benditas serán en él todas las naciones; lo llamarán bienaventurado. Salmo 72 RV95
La democracia es lo mejor que tenemos a la mano, aunque como todo lo que la humanidad hace sin los valores de Dios, termina pervirtiéndose. Hoy día, es común que ésta sea o se acerque mucho a una farsa, incluso en países con larga tradición democrática. El mismo Marx decía que "la historia se repite a sí misma primero como tragedia y luego como farsa". Así es que vemos como muchas elecciones son o se están volviendo en una pantalla en muchos países, e incluso en otros, con democracias más desarrolladas, la realidad es que las opciones a escoger no son realmente muy diferentes y, al final, sirven a los mismos intereses. En las elecciones, los pueblos pueden ser burdamente engañados con fraudes, o sutilmente manipulados por los medios (propaganda manifiesta o encubierta, encuestas sesgadas, etc.), "espejitos" (promesas populistas y/o mentirosas, prebendas, regalos, etc.), temor (falsos peligros, amenazas, coerción, etc.), o desinterés (impotencia, frustración, etc.).
De esta manera nos encontramos demasiado frecuentemente votando por la opción "menos mala". El panorama no luce lo prometedor que quisiéramos, y sigue habiendo nubarrones de problemas económicos a nivel individual y global; por algo es que la política no tiene muy buena fama. Aún así, debemos procurar ejercer nuestros derechos y votar por quien sus valores coincidan más con los de la Biblia, cuidándonos de muchos hipócritas que así lo pretenden, pues de esa manera es que podremos lograr que nos vaya mejor.
Ejerzamos la democracia. Su amigo el Biblioguero.
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