sábado, 31 de mayo de 2014

Temer a Dios, ¿bueno o malo?


Dentro de las muchas creencias modernas, se considera que temer a Dios es impensable.  Muchos se preguntan:  ¿Cómo es posible que a Dios, un ser tan perfecto, deba temérsele?  O, peor aún, ¡que pida que se le tema!

Lo que se piensa es que a Dios, en su infinito amor, no debe temérsele pues no habría razón para ello.  Él, siendo tan sabio y bondadoso, conocería nuestras limitaciones y, no importando qué hiciéramos o qué tan grandes fuesen nuestros pecados (o para decirlo más aceptablemente para algunos, nuestras fallas o errores), Él nos perdonaría todo.  Así mismo, menos aún podríamos pensar que Él nos pidiera que le temiéramos pues, ¿¡cómo nos podría pedir albergar una emoción tan mala y perjudicial que, idealmente, no debería tener cabida en nuestras vidas!?

Respondamos a lo anterior, como siempre, desde el punto de vista de la Biblia.

El sofisma de que el temor es necesariamente malo

Ciertamente, sentir temor no es grato.  Temer se define como la emoción desagradable que sentimos cuando creemos estar en peligro de sufrir algún daño.  La expectativa de sufrimiento nos causa desde inquietud, a preocupación, a angustia, a zozobra, a desesperación o hasta a pánico.  Todo lo anterior es, sin duda, bastante indeseable.

Pero también sabemos que el temor nos puede evitar sentir algo aún más indeseable:  El dolor, la pérdida o incluso hasta la muerte.

Podemos revisar un ejemplo que fácil nos viene a la mente:  El de la llama de fuego.  Tememos acercarnos al fuego para evitar sufrir el dolor de quemarnos, aunque sólo sea la yema del dedo.  Vemos claramente que el temor puede ser muy beneficioso, pues nos evita sufrir el dolor y el daño temidos que nos provocaría una quemadura.  Como este ejemplo, podemos imaginarnos incontables más con los que podemos concluir que el temor no es necesariamente malo, sino hasta saludable.  Así que ... El sabio conoce el miedo y se cuida del peligro, pero el tonto es atrevido y se pasa de confiado. Proverbios 14.16 TLA

Cuando el temor es malo


Por otro lado, Nicolás Maquiavelo, el célebre escritor y político italiano (ss.XV-XVI), escribió en su novela "El Príncipe" que era mejor ser temido que amado.  Es justo decir que también decía que lo ideal era ser ambas cosas, y que se debía ser temido sólo al grado de que no se fuere odiado también.  Pero el punto es que nos consta que muchos poderosos han llevado muy diligentemente a la práctica lo anterior, en formas tan extremas y crueles, que han acarreado un sufrimiento tanto injusto como grande para prácticamente todo del mundo y a lo largo de la historia.  Y es este temor el que no puede ser ni bueno ni saludable.  Por ello Dios advirtió:  Castigaré la malicia del mundo, los crímenes de todos los malvados; acabaré con el orgullo y la arrogancia, aplastaré la altanería del tirano. Isaías 13.11 BLPH

Y qué decir del terrorismo, cuya estrategia es sembrar el miedo extremo, el terror.  Sobre los que lo practican se dice:  Hay seis cosas, y hasta siete, que el Señor aborrece por completo: los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que asesinan a gente inocente, la mente que elabora planes perversos, los pies que corren ansiosos al mal, el testigo falso y mentiroso, y el que provoca peleas entre hermanos. Proverbios 6.16-19 DHH

Qué dice la Biblia sobre temer a Dios

El principio de la sabiduría es el temor del Señor ... Proverbios 9.10a RVC


La sabiduría no es meramente contar con un gran acerbo de conocimientos, ni tampoco tener un alto coeficiente de inteligencia, sino la capacidad de discernir qué es lo mejor en el sentido pleno y total de la expresión; tener buen juicio para pensar y decidir cómo actuar.  El libro de Proverbios habla extensamente sobre la sabiduría, nos exhorta a buscarla y nos provee con un extenso compendio de consejos prácticos; ahí y en otras partes de la Biblia, se nos dice que el principio de la verdadera sabiduría tiene que empezar con temer a Dios.  ... Y dijo al hombre: “El temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia”». Job 28.28 RV95

Además, para mayor claridad ... La maldad del impío me dice al corazón: «No hay temor de Dios delante de sus ojos». Salmos 36.1 RV95  Así que, el no temerlo, tiene semilla de maldad, pues tampoco nos haría apartarnos del mal.  Sin embargo, si queremos apartarnos del mal ... entonces sabrás lo que es temer al Señor, y hallarás el conocimiento de Dios. Proverbios 2.5 RVC

Dios no es un abuelo bonachón, es el Poderoso Creador de Todo

Hay muchos que malinterpretan que "Dios es amor" (cf. 1a Juan 4.8), suponiendo que siendo así, es de esperarse que todo lo vea tan amorosa y comprensivamente que, a final de cuentas, no hay pecado que Él no pueda perdonar.  Por un lado, casi es así, porque salvo el pecado imperdonable (cf. Mateo 12.31-32), Él tiene la disposición de perdonarnos todo.  Pero pretender que Él perdona así nada más como si fuera un abuelo bonachón, que de tan viejo y bueno, prácticamente raya en lo tonto, es lo que realmente sí es muy tonto.  Esa idea puede venir de una ilusión falaz de lo que es Dios, que parte de una noción rosa y simple; o de la conveniente expectativa de que "nos podemos salir con la nuestra" sin temer consecuencia alguna.

Dios, además de ser amoroso, tiene otros atributos.  Uno de ellos es que es justo, y así como es grande su amor, es también grande su justicia.  En esa justicia, Él dispuso la forma de perdonarnos a través de la redención que Jesús hizo de nosotros en la cruz y de que lo reconozcamos como nuestro Señor y Salvador.  Sobre esto, que es de vital importancia, trato ampliamente en la sección SALVACIÓN.  Por el momento, consideremos lo que se nos dice:  ¡Odien el mal! ¡Amen el bien! Asegúrense de que en los tribunales se haga justicia; Amos 5.15 DHH


Además, Dios es el Creador de Todo lo que Existe, y como tal es poderoso, muy, muy poderoso, en forma descomunal y, por ende, temible, muy temible.  No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. Mateo 10.28 RVC  Pues ... ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! Hebreos 10.31 RVC

Sé que abundan quienes se rasgarán las vestiduras con estos pasajes, no queriendo creer que caer en manos de Dios sea tan tremendo.  Ciertamente, también está la contraparte, la extraordinaria bendición de estar con Él y que ... sean ustedes plenamente capaces de comprender, con todos los santos, cuál es la anchura, la longitud, la profundidad y la altura del amor de Cristo; Efesios 3.18 RVC  Pero volviendo al punto de tener que vérselas con Dios, ¿qué esperarían, que no deba temerse contravenir al Dios Poderoso Creador de Todo?

Hay, quienes creen que no hay a quien contravenir, Dentro de sí dicen los necios: «Dios no existe.» Salmos 14.1 RVC  También quienes alcanzan sólo a creer vagamente en un impreciso creador ausente de su creación, para quien no tenemos importancia (ver entrada ¿Es bueno el deísmo?).  Pero ... Más puede esperarse de quien reconoce que es tonto, que de un tonto que se cree muy sabio. Proverbios 26.12 TLA  Y así como todos han de morir una sola vez y después vendrá el juicio ... Hebreos 9.27 DHH ... para ejecutar juicio sobre la gente de este mundo. Declarará culpables a los seres humanos por todos los actos perversos que cada uno haya hecho y a los pecadores rebeldes por todos los insultos que hayan dicho contra él» Judas 15 NTV

Queda claro que así como podemos temer contrariar a nuestro padre, a nuestro jefe, a nuestras autoridades, cuánto más al Señor Todopoderoso Creador de Todo lo que Existe.  Así que no nos conviene pasarnos de confiados (cf. Proverbios 14.6), y mejor, consideremos que ... De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen. Lucas 1.50 NVI

Trascender el temor


Finalmente, hay, después de todo, una forma en la que podemos dejar atrás el temor.  Quien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él.  Por nuestra parte, hemos conocido y hemos puesto nuestra confianza en el amor que Dios nos tiene. Dios es amor, y quien permanece en el amor, permanece en Dios y Dios permanece en él. Nuestro amor alcanza su más alto nivel de perfección cuando, al compartir nosotros ya en este mundo la condición de Cristo, nos hace esperar confiados el día del juicio. Amor y temor, en efecto, son incompatibles; el auténtico amor elimina el temor, ya que el temor está en relación con el castigo, y el que teme es que aún no ha aprendido a amar perfectamente. 1a Juan 4.15-18 BLPH

Y como amar significa cumplir los mandamientos del Señor, vivan conforme al mandamiento del amor, tal como se les enseñó desde el principio. 2a Juan 6 BLPH  Que no haya pues, confusiones con conceptos de filosofías modernas, orientales o extrañas; esto es amar según la Palabra.

Quienes todavía no conozcan más del Señor, harán bien en empezar con tomarlo con toda seriedad temiéndolo, para que perfeccionándose en el amor de Cristo, superen todo temor.

Su amigo el Biblioguero.

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