miércoles, 14 de marzo de 2012

Porqué es creíble la Biblia - Parte 1


El fundamento de este 'blog' son las citas bíblicas con las que apoyo los puntos de vista sobre diversos temas, que creo que son los que sustenta la Biblia.  Mi intención es, más que mostrar mi opinión personal, que muestre lo que la Biblia dice sobre esos temas.  Parto de que mis lectores comparten mi fe en las Escrituras o tienen un cierto interés en conocer lo que éstas dicen.  En todo caso, ya sea que se tenga fe en la Biblia o no, es un tema primordial saber porqué es creíble y, por ende, porqué no sólo vale la pena conocerla, sino que es incluso indispensable hacerlo.

¿Qué es la Biblia?

Aunque la pregunta pueda parecer ociosa, no está de más hacer una breve descripción de ésta.  Se le llama Biblia por el griego común τὰ βιβλία que significa simplemente "los libros", ya que es una colección de libros sagrados.

La Biblia se divide en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.  Entender porqué se les llama "testamentos" a éstas partes nos dirá, en sus términos más generales el contenido de ésta.  Se les llama así haciendo referencia a los principales "pactos" que Dios ha celebrado con la humanidad con el fin de redimirla ante Él.  No se les llamó "pactos" a las divisiones mencionadas, porque la palabra griega de "pacto" (διαθηκη - 'diatheke'), fue mal traducida al latín como 'testamentum'.


El antiguo pacto (i.e. Antiguo Testamento) fue el que Dios celebró con el pueblo judío con la llamada "Ley" que está plasmada en la 'Torah' (תּוֹרָה‎‎ - heb. instrucción o enseñanza) de los judíos que nosotros llamamos Pentateuco y que se conforma por los primeros 5 libros de la Biblia, los cuales son:  Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.  Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra: los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra. Deuteronomio 4.13 RV95  Posteriormente, en el Nuevo Testamento, fue identificado como el "antiguo pacto".  Pero el entendimiento de ellos se embotó, porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo sin descorrer, el cual por Cristo es quitado. 2a Corintios 3.14 RV95  El Antiguo Testamento, que fue escrito en hebreo y algo en arameo, contiene 24 textos del Judaísmo que se presentan como 39 libros en la Biblia cristiana.  Una forma simple de entender cómo está compuesto es a través del nombre תַּנַ"ךְ - 'Tanakh' que le confieren los judíos, el cual es un acrónimo que se compone por 3 partes:  1) 'Torah' que ya describimos;  2) נְבִיאִים - 'Nevi'im' que significa "profetas" y que contiene los siguientes libros:  Josué, Jueces, 1a y 2a Samuel, 1a y 2a Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel y los 12 profetas menores que son los últimos 12 libros;  y 3) כְּתוּבִים - 'Ketuvim' que significa "escritos" y que incluye:  Rut, 1a y 2a Crónicas, Esdras, Nehemías, Ester,  Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantares, Lamentaciones y Daniel (el orden lo dispuse según la Biblia, no según el orden judío).  Hay una diferencia en los cánones judío y protestante, con el católico (ver entrada El Canon de la Biblia y los Libros Apócrifos - Parte 1), que sin desdeñarla, podemos considerarla relativamente menor.


El el Antiguo Testamento ya se profetizaba sobre un "nuevo pacto".  »Vienen días, dice Jehová, en los cuales haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. Jeremías 31.31 RV95  El cual fue efectuado por Jesús en su muerte en la cruz por nuestros pecados.  ... porque esto es mi sangre del nuevo pacto que por muchos es derramada para perdón de los pecados. Mateo 26.28 RV95  El Nuevo Testamento, que fue escrito en griego, se compone por 27 libros conformados por los 4 evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan), el libro de Hechos, las cartas Paulinas (Romanos, 1a y 2a Corintios, Gálaras, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1a y 2a Tesalonicences, 1a y 2a Timoteo, Tito y Filemón), otras cartas (Hebreos, Santiago, 1a y 2a Pedro, 1a-3a Juan y Judas), y el Apocalipsis.

Es un libro extraordinario como ninguno

Lo es simplemente por muchos datos impresionantes sobre ella.  Veamos algunos de los más relevantes:

  • Fue escrita a lo largo de un periodo de unos 1600 años.
  • Escrita por más de 40 autores muy diversos, desde campesinos y pescadores, hasta filósofos y reyes.
  • Fue el primer libro traducido (la Septuaginta, del hebreo al griego, 250 A.C.).
  • El libro más traducido del mundo, completo a 450 idiomas, y parcialmente a cerca de 2,400.
  • Fue el primer libro impreso por Gutenberg.
  • Se han impreso cerca de 8,000 millones de biblias, siendo el libro más publicado del mundo por mucho.
  • Sin duda, el libro más influyente y conocido del mundo.

Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. Mateo 24.14 RV95  Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones. Marcos 13.10 RV95

¿Cómo podemos confiar que no ha sido alterada?


Hay quienes dicen que la Biblia que hoy tenemos es muy diferente de la que se escribió, pues fue alterada para servir los intereses de poder y económicos de las élites religiosas y políticas.  Lo anterior, aunque es sin duda una aseveración gravísima, es creída por algunos, dados los grandes pecados que se han cometido por religiosos y en el nombre de Dios (ver entradas El rechazo a lo religioso - Parte 1 y El rechazo a lo religioso - Parte 2).  Sin embargo, si hay algún libro antiguo confiable en el sentido de que lo que tenemos de él hoy día es fiel a los manuscritos originales, es con muchísimo, la Biblia.

Respecto al Antiguo Testamento, aunque no contamos con los manuscritos originales, los cuales serían de entre 2,400 y 4,000 años de antigüedad, sí contamos con los rigurosos procedimientos que tenían los antiguos escribas, talmudistas y masoretas judíos, para asegurar a toda prueba la preservación de la exactitud de los textos. Éstos, en diferentes etapas de la historia del pueblo judío, se encargaban de transcribir los textos de un rollo viejo y sujeto a volverse inservible (porque eran de materiales muy perecederos como pieles y pergaminos), a uno nuevo.  Para ello cuidaban mantener un número preciso de columnas, líneas, letras por línea y espacio entre letras.  No podían escribir absolutamente nada de memoria y guardaban rituales que les enfatizaban la importancia de hacer su tarea en forma extremadamente cuidadosa.  Una vez que copiaban un texto de un rollo viejo a uno nuevo, el nuevo valía tanto o más que el viejo, de manera que no tenían ninguna preocupación por preservar los rollos viejos.

Los masoretas refinaron estos procedimientos contando todo lo susceptible de contar, como el número de veces que aparecía cada letra en cada libro, su número total de letras y palabras, la palabra y letra central, y otras minucias más, que tenían el propósito de asegurar una transcripción absolutamente exacta de los textos, al tener que coincidir esas cuentas entre copias viejas y nuevas.  No añadiréis a la palabra que yo os mando ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová, vuestro Dios, que yo os ordeno. Deuteronomio 4.2 RV95

Confirmaciones sobre lo anterior las encontramos en la Septuaginta, que fue la traducción que se hizo de los textos hebreos al griego (285-246 A.C.), la cual se encuentra muy apegada a los textos hebreos masoréticos, y en los rollos del Mar Muerto de más de 2,000 años de antigüedad (unos 15,000 fragmentos de más de 500 textos), descubiertos en Qumran (1947-1956), actual territorio palestino, y que se ha visto que son extraordinariamente fieles.

Rollo del Mar Muerto de Isaías en el museo Santuario del Libro en Israel

Respecto al Nuevo Testamento, su confiabilidad la basamos en la cercanía entre las fechas de los manuscritos que tenemos preservados contra las que se estiman que se escribieron los originales, y la cantidad de estos manuscritos.  El Nuevo Testamento contiene los textos antiguos que más soporte tienen de copias antiguas con una diferencia descomunal.  Para entender esto consideremos que la Ilíada de Homero es el libro que le sigue con más sustento, al tener 643 manuscritos antiguos, siendo la fecha de los más antiguos de éstos unos 400 años posteriores a la fecha estimada de su escritura.  Del Nuevo Testamento contamos con casi 25,000 manuscritos antiguos, de los cuales más de 5,000 están en griego, siendo los más antiguos sólo entre 50 y 200 años posteriores a las fechas estimadas de los originales.  El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mateo 24.35 RV95

Papiro 66 (s.II) que contiene el Evangelio de Juan

Queda claro que la aseveración de que ha sido alterada está completamente infundada y que, sin poder asegurar un 100.00% de exactitud ya que no contamos con los textos originales, la Biblia que tenemos hoy día está cerquísima de ese nivel de exactitud y es completamente confiable en ese sentido.


Continuará en la próxima entrada (Porqué es creíble la Biblia - Parte 2).

El Biblioguero

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sábado, 3 de marzo de 2012

¿Es bueno el deísmo?


Creer en Dios parece ser algo bueno y loable, y a pesar de la diversidad de creencias, es algo que la mayoría de la gente en el mundo comparte.  ¿Qué tan bueno es eso?  La respuesta es más compleja de lo que creeríamos.  Veamos porqué.

¿Qué es deísmo?

El término "deísmo", que viene del vocablo en latín 'dei' que significa dios, identifica a la creencia de que basta la observación del mundo natural y el uso de la razón, prescindiendo de cualquier religión, para llegar a la conclusión de que éste es producto de un creador todo-poderoso, el cual prácticamente no interviene en su creación alterando las leyes físicas ni involucrándose en los asuntos de la humanidad; por lo tanto, ni los milagros ni las profecías son creíbles.  Esta línea de pensamiento también se conoce como la "Teoría del Hacedor de Relojes" ('The Clockmaker Theory'), usando el símil de quien fabrica un reloj, que por muy precioso y complejo que sea, una vez que lo termina y lo pone a funcionar, no lo vuelve a tocar.


Ésta es una corriente de pensamiento muy antigua que se remonta por lo menos a los tiempos del filósofo griego Heráclito (c.535 – c.475 A.C.) y su idea de 'logos' como un principio racional supremo.  Poco después, Platón (424/423 – 348/347 A.C.) concibió a un "Demiurgo" como hacedor del universo. Posteriormente, el deísmo fue parte de detractores de la Biblia como Thomas Hobbes (1588-1679) y Baruch Spinoza (1632–1677), así como parte de tradiciones humanistas del Renacimiento y reforzado por la Revolución Científica de los s. XVI y XVII.  Uno de sus proponentes más importantes fue Thomas Paine (1737–1809), escritor americano y uno de los fundadores de los Estados Unidos de América, quien escribió en su libro "La Edad de la Razón" ('The Age of Reason'):  "Creo en un solo Dios, y no más*; y tengo esperanza en la felicidad más allá de esta vida. Creo en la igualdad del hombre; y creo que los deberes religiosos consisten en hacer justicia, misericordia, y en empeñarse en hacer felices a nuestros congéneres".  * Aquí, Paine no se refiere a que no cree en más que un solo Dios, sino que no cree en algo más que ese concepto básico, es decir, en ninguna doctrina alrededor de su creencia en un solo Dios, tal como propone el deísmo.

¿Quienes practican el deísmo?

El deísmo como tal no es conscientemente practicado por muchos, pues ni siquiera es muy conocido el término.  Sin embargo, mucha gente que puede identificarse como creyente de otras religiones, incluyendo al Cristianismo, al no conocer éstas realmente ni tener convicciones fuertes en ellas, si se identifica con lo que expusimos que son las creencias del deísmo, vendría realmente a ser un deísta.

Ya que el deísmo opta por no ceñirse con ninguna doctrina específica, es fácil que quienes compartan sus creencias también sean parte del relativismo espiritual o de las filosofías 'New Age' tan en boga actualmente (ver entrada Relativismo espiritual o verdad absoluta).

Una derivación del deísmo que también cobra cada vez más popularidad es el pandeísmo, que sostiene que el mundo natural y Dios son lo mismo, en otras palabras, que la creación y el creador son una misma cosa y, por ende, nosotros mismos somos parte de Dios.  Pero esto va más por otro lado y requerirá otra entrada en lo futuro.

Lo bueno del deísmo

El deísmo es un mejor punto de partida considerando el ateísmo, posición religiosa que niega tajantemente la existencia de dioses o un dios supremo (ver entrada Dios no es necesario, según Stephen Hawking); y el agnosticismo (no confundir con el Gnosticismo), posición que tampoco cree en dioses o un dios supremo, pero que admite que no tiene certidumbre total de su inexistencia y, por lo tanto, está abierto a considerarla.  La Biblia misma coincide con tal punto de partida de reconocer a Dios basándose en su creación.  Lo invisible de él, su eterno poder y su deidad, se hace claramente visible desde la creación del mundo y se puede discernir por medio de las cosas hechas. Romanos 1.20a RV95  ¡Oh Señor, cuán numerosas son tus obras! ¡Todas ellas las hiciste con sabiduría! ¡Rebosa la tierra con todas tus criaturas! Salmos 104.24 NVI


Aunque el hombre ha arruinado mucho de este bello mundo, al verlo prístino y sin daños, no podemos menos que admirarnos por su belleza, armonía y majestuosidad.  Y si de ahí nace una convicción de que tiene que haber un Dios muy grande, poderoso y bueno para haber creado esto, es un muy buen punto de partida.

La insuficiencia del deísmo


El creer en Dios parece cubrir el requisito mínimo y a la vez más importante de la fe que nuestro Creador demanda, y con eso mucha gente se siente satisfecha y en paz.  Pero tal como lo veíamos en la entrada sobre el relativismo espiritual, ¿de qué dios estamos hablando?  ¿De un ser, un ente, un poder, una fuerza, una energía o la creación misma?  Podemos inferir que sea lo que sea, es muy grande pues el universo es muy basto; podemos inferir que es muy poderoso por su capacidad de haberlo creado; podemos inferir que es muy sabio porque el universo es a la vez complejo y armonioso; podemos inferir que es bueno por la belleza de la naturaleza; podemos inferir que es indiferente porque el mundo inanimado lo es hacia nosotros; podemos inferir muchas cosas, pero no podemos inferir como debe ser nuestra relación con ese dios, qué esperar de él y qué espera él de nosotros.


Después de todo, en el deísmo se cree que una vez echada a andar la creación, Dios se desentiende de ella confiando que ya hizo lo que dispuso, y que ésta puede ir según su suerte.  Así que, ¿cómo saber a ciencia cierta cómo hacer justicia y misericordia según creía Thomas Paine?  ¿Viendo a la naturaleza, a los animales específicamente?  En ese orden de ideas, hay muchos que creen que sólo somos un animal más, por lo que esto podría justificar que aplicáramos la "ley de la selva".  Y en qué forma nos empeñaríamos en hacer felices a nuestros congéneres.  ¿Qué tal si éstos, haciendo daño a los demás o a sí mismos encuentran una cierta felicidad, los tendríamos que ayudar a lograrlo?  Quedaríamos pues sujetos a nuestro buen parecer, pero ante eso se nos dice:  No seas sabio en tu propia opinión; más bien, teme al Señor y huye del mal. Proverbios 3.7 NVI  Porque ...  A cada uno le parece correcto su proceder, pero el Señor juzga los motivos. Proverbios 16.2 NVI  Pues al final, nuestra naturaleza es egoísta y dejándonos a nuestro buen parecer, nuestros intereses serán los que motiven nuestras acciones.  »Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Jeremías 17.9 RV95

En todo caso, aún si el dios en que creyéramos fuera el mismo Dios de la Biblia, si creemos en Él desde un punto de vista deísta, como un dios desvinculado de nosotros y sin asociarlo con una relación en Sus términos, no sirve absolutamente de nada.  El humor sarcástico del siguiente pasaje nos lo dice claramente:  Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. Santiago 2.19 RV95  Los mismos demonios también creen en Dios, es decir, reconocen su existencia y su poder; no obstante, no lo reconocen como su Señor, por lo que no quieren obedecerlo.  Al solamente creer en la existencia de Dios pero no tener la intención de conocer lo que Él nos comunica en su Palabra, o pretender ser "sabios en nuestra propia opinión", nos exponemos a que cuando nos encontremos con Él nos diga:  »No todo el que me dice: “¡Señor, Señor!”, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. ... Entonces les declararé: “Nunca os conocí. ¡Apartaos de mí, hacedores de maldad!”. Mateo 7.21 y 23 RV95  (énfasis mío)

Los peligros del deísmo

Marilyn Manson interpretando Anticristo Superstar (!!)

Vemos pues, que el peligro último que afrontaríamos es que Dios nos desconozca y nos rechace, tras lo cual habríamos perdido todo.  Pero antes que ocurra eso, un gran peligro que nos haría caer en lo anterior, es que podemos sentir una falsa tranquilidad en creer que no estamos depositando nuestra fe en otro más que Dios.  Pero según nos vamos acercando a los últimos tiempos (pues esto es cada vez más manifiesto), esta creencia en un ser supremo pero sin el reconocimiento de su Palabra y señorío sobre nosotros, nos hace especialmente vulnerables a creer en quien vendrá haciéndonos creer que es tal ser supremo o su enviado, su mesías.  Quien esto hace es el engañador y el anticristo. 2a Juan 7b RV95  Su propósito, según está profetizado, es que nos maravillemos ante la llamada "bestia", como se le llama también, y la adoremos.  Toda la tierra se maravilló en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: «¿Quién como la bestia y quién podrá luchar contra ella?». Apocalipsis 13.3b-4 RV95  Consideremos que 'Cristo' significa mesías y 'anti', no sólo es "contra" sino "en vez de"; por otro lado, el "dragón" es Satán, por lo que la "bestia" es su enviado.

Hoy día, es fácil decir que eso es absurdo y que nunca caeríamos en adorar al diablo.  Pero ¿quién dice que se ostentará abiertamente como tal?  Y esto no es sorprendente, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. 2a Corintios 11.14 RV95  Más bien, cuando llegue, hará que los que simplemente crean en un ser supremo lo identifiquen a él como tal.  El advenimiento de este impío, que es obra de Satanás, irá acompañado de hechos poderosos, señales y falsos milagros, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 2a Tesalonicences 2.9-10 RV95

Conclusión

No nos engañemos pues, con que con creer simplemente en Dios, en su existencia, "ya estamos del otro lado". Debemos CREERLE también, en lo que nos dice en su Palabra, conocer su voluntad para nuestra vida, con todo y sus mandamientos, y al reconocerlo como nuestro Señor, descubrir las bendiciones que tiene preparadas para nosotros.  Y este es el amor: que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio. 2a Juan 6 RV95

No sólo crean en Dios, créanle.  Su amigo el Biblioguero.

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