jueves, 15 de septiembre de 2011
Los jóvenes mueren más por asesinato
Hoy escuché en la radio que el homicidio se ha convertido en la principal causa de muerte entre los jóvenes de México, desplazando a la de los accidentes, especialmente los automovilísticos. Es una estadística con 2 mensajes terribles: 1. La violencia es la principal causa de muerte entre quienes por su juventud debieran gozar de una vida más larga ya que su salud se los permite. 2. Al subir ahora en número para ser la principal causa de muerte entre este grupo, se marca una tendencia muy preocupante.
Pero mi país es sólo un pequeño botón de muestra. Con todo y que nos está asolando cada vez más la violencia por el narcotráfico y el crimen organizado, hay muchos otros países en el mundo peor o iguales a nosotros, destacando tristemente los latinoamericanos, observándose también en muchos de ellos una tendencia a la alza. Indudablemente estamos viviendo tiempos violentos en muchas países del mundo, incluso en algunas otrora apacibles como Noruega o Inglaterra, y eso que no estamos viviendo grandes guerras por ahora.
Pero enfoquémonos ahora en los jóvenes y en las perspectivas que hay para los que tenemos hijos que pronto lo serán, pues según las estadísticas, los jóvenes son el grupo en el que hay más víctimas de asesinato y también el que más los comete.
Probablemente hayan recibido un correo cuyo mensaje es que muchos de esos criminales fueron alguna vez "buenos hijos de familia" que de alguna manera "evolucionaron" a eso. Y efectivamente, salvo algunos contados casos de psicópatas patológicos, que yo aventuraría con cierta seguridad de que son personas controladas por Satanás (Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio ... Juan 8.44a RV95), la gran mayoría han de haber empezado siendo niños inocentes como normalmente lo son todos.
Jesús establecía la condición de niño como un modelo —De cierto os digo que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Mateo 18.3 RV95 Y advertía muy severamente al que los hiciera caer: »A cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgara al cuello una piedra de molino de asno y que se le hundiera en lo profundo del mar. Mateo 18.6 RV95
¿Qué pasó pues con esos niños que se volvieron jóvenes criminales o asesinos? Causas hay muchas, algunas de ellas son las siguientes:
Ausencia de padres debida a la cada vez mayor desintegración familiar, pues los divorcios están convirtiéndose en una etapa normal de la vida de una familia, por no mencionar los hijos de padres "solteros". Aunque esto no es de ninguna manera una causal automática para que un hijo se vuelva un criminal, sí ocasiona indudables problemas emocionales, formativos y económicos, por hablar de algunos. En la medida que el padre o madre tenga la capacidad de sacar adelante a sus hijos, estos pueden salir bien librados y en algunos casos, muy bien sin duda alguna. Pero no es la forma en la que Dios previó que vivieran nuestros hijos; además del rol natural que tiene la madre, el padre de familia es un reflejo de lo que Él es (ver entrada El Padre que todos tenemos).
Se habla mucho de la educación como un factor importante, considerando los efectos que una insuficiente instrucción escolar tiene en darles las herramientas necesarias para trabajar y ganarse la vida dignamente. Sin embargo, si bien no debe despreciarse la importancia de una buena educación, estoy convencido de que otro es el factor realmente crítico, que veremos un poco más adelante.
La Biblia dice: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. 2a Tesalonicenses 3.10b RV60 Pero vemos que aún contando con una mínima o incluso buena preparación escolar y académica, hay una falta creciente de oportunidades de empleo, por lo que aumenta el número de los aquí llamados "Ninis", que ni estudian ni trabajan, y esto, según una agencia internacional, genera gran frustración entre los jóvenes de muchos países. Aunque por otro lado, sepamos que Dios cuida a los suyos. Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan. Salmos 37.25 RV60 Y también, qu hay muchos que buscan más que su sustento, sino deleites como acumulación de dinero, posesiones, sexo, etc. No dejes que se incline mi corazón a cosa mala, para hacer obras impías con los que hacen maldad; y no coma yo de sus deleites. Salmos 141.4 RV95
Por otro lado, muchos de los niños y jóvenes que están al otro extremo de la pobreza, que viven en la abundancia, aprenden a amar a sus posesiones y a ser codiciosos. A los ricos de este mundo manda que no sean altivos ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. 1a Timoteo 6.17 RV95 Porque de otra manera, aparte de su perdición, contribuyen al mal general del mundo pues también ha crecido enormemente la brecha entre ricos y pobres. Ustedes han llevado en este mundo una vida de lujo y de placer desenfrenado. Lo que han hecho es engordar para el día de la matanza. Han condenado y matado al justo sin que él les ofreciera resistencia. Santiago 5.5-6 NVI
Fascinación por la violencia en la cultura actual (ver entrada El porqué de la maldad profunda).
Las adicciones al alcohol y a las drogas, los cuales embotan no sólo los sentidos sino la moralidad. Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, placeres, borracheras, orgías, disipación y abominables idolatrías. 1a Pedro 4.3 RV95
Dios como fundamento
Podríamos decir que en el fondo de todo esto está la escasa formación de valores, lo cual es así sin duda alguna, pero yo iría más lejos pues creo que los valores comunicados sin su fundamento que es Dios, son débiles y fácilmente olvidados, ignorados o modificados según nos acomoden mejor. Jesús habló sobre lo tonto de edificar sin el buen fundamento. »A cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las pone en práctica, lo compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y golpearon contra aquella casa; pero no cayó, porque estaba cimentada sobre la roca. Pero a cualquiera que me oye estas palabras y no las practica, lo compararé a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena. Descendió la lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina». Mateo 7.24-27 RV95 ¿Cuál es ese fundamento, esa roca? Solamente Él es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte y mi refugio. Salmos 62.6-7 RV95 ... y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía. Esa roca era Cristo. 1a Corintios 10.4 RV95
El incremento en los homicidios entre los jóvenes al grado de que se ha convertido en su principal causa de muerte en mi país es sólo otra punta de 'iceberg'. Habrá que ver indicadores sobre incremento en adicciones, infidelidad, promiscuidad, violencia intra-familiar, deshonestidad, etc. Así que invito a los jóvenes que leen esto a que busquen a Dios en sus Biblias pero sobre todo en sus corazones, y los padres de niños y jóvenes para que también lo hagan y puedan ayudar a sus hijos a hacer otro tanto (ver página El Plan de Salvación).
Que Dios los bendiga y cuide les desea su amigo el Biblioguero.
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